La gratitud es una de las actitudes más importantes que puedes adquirir, y una de las que más cambiará tu vida con diferencia.
Alguien agradecido está mucho más cerca de lo que significa ser feliz, y de llevar una vida más plena de lo que lo está una persona crítica y malhumorada.
La gratitud cambiará tu perspectiva de la vida.
Las personas agradecidas ponen su foco en dar y en los demás, las personas desagradecidas se fijan más en sí mismas, y se revuelcan en autocompadecerse, en su inseguridad y en sus dudas.
La gente agradecida es también mucho más optimista y siempre ve las circunstancias en las que se encuentran como una oportunidad para aprender lecciones y sacar algo bueno, lo cual no implica que no pase por momentos bajos, pero son los menos.
Ten además en cuenta que, cuando practicas la gratitud, no solo tú te sientes bien, sino que contribuyes a mejorar la vida de los demás incrementando su bienestar.
Y te darás cuenta de que cuanto más das más recibes, porque cualquier acto que realices encaminado a mejorar la vida de otra persona redundará en un beneficio para ti misma.
Practicar la gratitud aumenta nuestra calidad de vida y además fomenta la reciprocidad, siendo en este punto cuando el siguiente mensaje cobra sentido:
Si no estás haciendo que la vida de alguien sea mejor, entonces estás desperdiciando tu tiempo.
Resumiendo, estos son algunos de los beneficios de practicar la gratitud:
- Nos conecta con la vida.
- Contribuye a la felicidad y al optimismo.
- Reduce la insatisfacción.
- Nos ayuda a adaptarnos a las circunstancias.
- Mejora la salud mental y física.
- Eleva la autoestima, la confianza y la seguridad.
- Nos hace más conscientes y nos permite vivir en el presente.
- Mejora nuestras relaciones haciéndolas más sanas.
- Nos enfoca en lo positivo y en sus valores.
¿No te parecen razones suficientes como para ponerte a agradecer ahora mismo?