La Mona Lisa: ¿Por qué es tan popular?

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La Mona Lisa es sin duda la obra maestra de Leonardo da Vinci, y una de las pinturas más populares del mundo. Para verla en vivo y en directo, en el Museo del Louvre, hay que atravesar una multitud de turistas parados delante, que forman un muro casi infranqueable. Pero, ¿por qué es tan admirada? ¿qué es lo que tiene de particular?

Entre las cosas revolucionarias que se pueden considerar como objetivas, están:

– Fue el primer retrato en la historia pintado desde un punto de vista realista. Aunque hoy no lo notamos ya que es algo común, La Mona Lisa (o La Gioconda) fue el primer retrato en donde se pintó a alguien de una manera correcta desde el punto de vista de la anatomía y la perspectiva. En esa época la gente se pintaba de costado, o de frente, pero sin un sentido real del volumen. Tan revolucionario fue esto que desde entonces todos los retratos siguen esta técnica.

– Fue la primer pintura en donde se utilizó el efecto de opacar de manera difusa (y degradando hacia un color azul) el fondo en el horizonte, tal cual ocurre en la realidad, con el motivo de mostrar un sentido de perspectiva. Esta también fue una revolución que desde esa pintura ha sido la norma. Esto es una muestra más del genio de Leonardo, porque sin cámaras fotográficas desde la cual deducir este efecto, tuvo la genialidad de descubrirlo con algo tan obvio como observar detenidamente.

– Leonardo también inventó con La Mona Lisa el concepto del claro-oscuro, en donde se funden colores oscuros con otros claros para de esa manera llamar la atención donde lo desea el artista, en este caso las manos y la cara.

– Otro invento de Leonardo en este cuadro fue su técnica de mezclar varias capas de pintura de tal manera que ofrece un degradación de un color a otro tan sutil, que aún hoy en día, con los más avanzados equipos de estudio de imágenes, es casi imposible detectar el cambio gradual entre un color a otro.

– La forma de La Mona Lisa, en particular las manos y la cara, demuestran un íntimo conocimiento de la anatomía humana, poniendo esta pintura en evidencia lo importante que es conocer el cuerpo humano íntimamente antes de pintarlo, con el propósito de deducir cosas como la posición correcta de los huesos, venas, el efecto de la luz en la piel translúcida, etc.

– La pintura completa en sí es casi una figura geométrica y de luces, que guían al observador desde las manos hasta la cara de la pintura. Antes de La Mona Lisa no se tomaba en cuenta estas cosas, esto implica que Leonardo aparte de todos sus otros talentos, fue un excelente estudioso de la psicología humana, y utilizó sus conocimientos para ocasionar una reacción emocional calculada por él ante las personas que ven la obra.

Entre las cosas revolucionarias que se pueden considerar como subjetivas, están:

– La distorsión calculada del fondo. Si notan, el lado izquierdo es más bajo que el derecho, por lo que es un paisaje imposible. Esto hace de La Mona Lisa no solo la pintura más realista jamás pintada hasta ese tiempo, sino que también una de las primera en embarcarse en la pintura surrealista.

– La famosa sonrisa. Mucho se ha hablado de ella, y lo cierto es que si hay un aspecto que juega con la psicología humana en esta obra es esa sonrisa enigmática. Parece que dependiendo de cómo se vea, nos hace sentir diferentes sentimientos, pues si la vemos de un lado parece una sonrisa, mientras que del otro aparenta una actitud un poco más seria, por lo que cambia mientras nuestros ojos estudian la cara de la mujer que posó como modelo. Algo sencillamente genial.

– La composición en sí es otro aspecto asombroso. Algo subjetivo, pero por alguna razón, la pintura que se puede describir como mono-cromática ya que aparente ser de color negro y amarillo en primera impresión, tiene algo totalmente llamativo que simplemente “llama la atención”. Es como si Leonardo hubiera estudiado a las personas y descubierto qué cosa, que patrones, que colores, que formas, eran las que universalmente atraían a los ojos humanos y los plasmó todo en esta aparentemente sencilla obra. Para explicar mejor esto, es como cuando una persona ve a alguien del sexo opuesto atractivo. Uno a veces no sabe lo que es, pero no puede negar que “algo” le llamó la atención. Ese “algo” es lo que está plasmado de manera tan genial en La Mona Lisa.

Adaptado de eliax.com

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