La Real Academia Española lo define como Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro. Para mi emprender es una actitud. Emprender es no darse más disculpas; es despedirse de la pereza, de la negligencia y de la posible mediocridad. Alguien dijo que en el mundo había por lo menos dos tipos de personas: las que cambian las cosas y las que explican por qué las cosas no cambian. Sólo que quien sabe emprender siempre se sitúa conscientemente en el grupo apropiado. No me gustaría arrepentirme de no haber hecho, prefiero el equivocarme antes que arrepentirme de lo que podría haber sido o hecho. Es fácil evitar toda equivocación: no haciendo nada. Pero así tampoco se logran los éxitos.
Características de una mujer emprendedora…
– Arriesgada – Saben que siempre hay un riesgo de pérdida en el proceso de cumplir sus metas, inclusive tienen la confianza necesaria para tomar riesgos calculados y así llegar a sus metas.
– Autoestima alta, es el poder mágico de tener confianza en ti misma y en sus propias habilidades y capacidades. Mujeres orientadas hacia los Resultados
– Los resultados son logrados por medio del enfoque y el esfuerzo sostenido. Ellas se concentran en lograr llegar a la meta, no solamente a unas cuantas tareas. Las emprendedoras son personas que toman decisiones, creemos que podemos controlar nuestro destino, llevamos a la acción las ideas. Nos seduce la idea de la independencia la cual nos lleva a creer que el éxito depende de nuestro esfuerzo y trabajo duro, no de suerte. ¿Cuál de estas 3 características principales es la más importante? Créalo o no, es la Autoestima. Sin autoestima, nada de ello es posible. Si no crees en tus habilidades, entonces al primer reto te frustraras y no logrará cumplir tus metas.
Asi que comienza con un pensamiento positivo. Con persistencia. Todo pensamiento positivo y toda la confianza son inútiles si no son aplicados en lograr un objetivo. Debes tomar acción, las excusas no son admitidas. La acción debe ser persistente. Tratar una sola vez y darse por vencido no es suficiente. De un paso a la vez. Si no puedes dar cierto paso, entonces encuentra una forma creativa para intentarlo de nuevo o simplemente para tomar una desviación.
Consejo: mirá siempre hacia adelante, hacia donde quieres llegar. Cree en ti misma y en tus habilidades, mantén el pensamiento positivo y se persistente. Insiste, aunque parezca imposible, la mayoría de las veces existe una solución. No te des por vencida.