Con el paso de los años la tecnología ha ayudado a resolver problemas que quizás tardaban demasiado tiempo en llegar a solucionarse, algunas actividades se han vuelto menos complejas y las distancias se han acortado. Los nuevos inventos han provocado que muchas personas, se encuentren cada vez más esclavizados a la evolución tecnológica.
Aunque a veces no nos lleguemos a dar cuenta, vivimos sometidos a toda clase de tecnología, celulares, computadoras, videojuegos, aparatos del hogar, etc. Este comportamiento ha sido causa de preocupación para algunos investigadores, tanto que en han creado un cuestionario que ayuda a identificar si una persona se ha convertido en dependiente a la tecnología, o incluso, se ha convertido en adicto a ella.
1.¿Con frecuencia permaneces conectada a internet más tiempo del que has planeado?
2.¿Pasar tiempo frente a tu computadora provoca que evites o ignores otras actividades?
3.¿Es para ti más importante posponer tus deberes o actividades ante la revisión de tu correo electrónico
o mensajes de texto?
4.¿Te molesta ser interrumpida cuando estás ocupado en internet o en tu teléfono celular?
5.¿Prefieres la comunicación por medio de la tecnología que en persona?
6. Cuando pasas tiempo desconectada ¿piensas a cada rato en conectarte?
7.¿Te sientes inconforme ante el reproche y crítica de los demás por permanecer tanto tiempo conectada?
8.¿Antes de conectarte ya has pensado en qué hacer en línea y estás emocionada?
9.¿Es mejor para ti mantenerte en línea que salir de tu casa?
10.¿Escondes tus actividades en internet o los sitios que visitas?
Quizás algunas de estas preguntas puedan parecerte obvias o sin sentido, lo ciertos es que un reciente estudio indica que al responder por lo menos a cinco de ellas, podrías ser una adicta a la tecnología en potencia.
Otras señales:
Revisas tu celular en la cama. La necesidad de chequear constantemente cada mensaje, alerta o sonido que genera el móvil puede interferir hasta en la vida diaria. Duermes con el celular prendido cerca de la almohada en lugar de descansar.
Enviar mensajes a personas que están en el mismo lugar. Los servicios de mensajería mal utilizados pueden perjudicar las relaciones sociales. En vez de comunicarte con el otro con la palabra, utilizas el smartphone.
Estar lejos de tu celular te genera estrés. ‘Nomofobia’ es una palabra que surge de la frase en inglés “no mobile phobia” (‘fobia a estar sin móvil’) y se refiere a la sensación de angustia, ansiedad o miedo irracional que se experimenta cuando se dan situaciones como la pérdida del celular, la batería agotada y la falta de señal.
Es muy importante buscar actividades que te ayuden a pasar el tiempo, podrá resultar estimulante para ti. Te presentamos algunos consejos para hacer un uso inteligente y menos autodestructivo de la tecnología:
1.- Conversa ahora, envia mensajes después: Si estás compartiendo un momento agradable, estás conversando, o simplemente descansando, haz un límite al impulso por querer trabajar o comunicarte con otros que están lejos.
2.- Día libre y sin teléfono: ¿Suena muy terrible? La idea es disfrutar como en antaño. Olvídarse de las redes sociales y el whatsapp. Si no puedes, prueba primero con usarlo como si fuera un “stupid phone” y sólo habla.
3. Evita ser un “encuentra todo”: Adiós a los buscadores, mapas, aplicaciones y lo que se le ocurra que pueda servir el internet. Dele la bienvenida a lo inesperado y planifíque. Deja la intensidad de querer saberlo todo al instante. Nada sucede si no maneja esa información. Ocupe ese tiempo para leer y aprender de otra manera.
4. Parar de mirarlo: Suena absurdo, pero con tanta interacción que tiene con el aparato a través de las notificaciones los ojos se van solos para saber qué está pasando. Pero calma, modifique en los ajustes esos avisos. ¡Darse un respiro es la clave!
5. Prueba qué pasa al dejar de ser tan activo: ¿Sabe cuánto de tu tiempo le dedicas a Instagram, Facebook o Twitter? ¿Qué pasaría si desaparece un rato? Tal vez se dé cuenta que no se perdió de nada y su vida anda a otro ritmo. Sin tanto estrés.
6. Deja dormir al teléfono. Apagarlo: Si duermes todas las noches, ¿acaso su teléfono no necesita también descansar? “Las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten luz azul, que su cerebro asocia con la luz del día. La exposición hace estragos con el reloj de su cuerpo, mientras que la estimulación –sólo un tuit, email o mensaje de texto que llega, hace lo mismo con su ya sobrecargada capacidad de atención.
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