Proveniente del cacao, su nombre científico ya dice bastante: theobroma cacao (alimento de los dioses). Pero más allá de su exquisito sabor, diversas investigaciones han reconocido múltiples beneficios tanto en su consumo como en el de sus derivados.
Son diversos los estudios que lo asocian a una serie de beneficios para la salud. Los primeros en darse cuenta de las cualidades que tenía el cacao fueron los aztecas, quienes ya lo utilizaban para calmar molestias estomacales e intestinales, así como para reducir el control de la fiebre.
A continuación te mostramos algunas de las propiedades que tiene el consumo moderado del chocolate negro o del chocolate amargo:
Estimulante: En una entrevista realizada el doctor Bryan Raudenbush de la Universidad Jesuita de Wheeling, en West Virginia, afirmó que “el chocolate contiene muchas sustancias que actúan como estimulantes, como la teobromina, la fenetilamina y la cafeína. Es sabido que estas sustancias por sí solas incrementan la atención y el estado de alerta y lo que hemos averiguado es que al consumir chocolate se obtienen los efectos estimulantes, lo que conlleva un incremento del rendimiento mental”.
Antioxidante: La revista médica Lancet publicó los beneficios de los antioxidantes del chocolate amargo, que se encuentran en los denominados flavonoides, los cuales le dan el sabor amargo. Debido a ello muchas compañías los eliminan o disminuyen para mejorar su sabor. También se determinó que una barra típica de chocolate amargo suele contener 50 miligramos de flavonoides, mientras que una de chocolate dulce sólo alcanza los 13 miligramos. De ahí la importancia de que el chocolate sea natural.
Reductor de la presión arterial: Claudio Ferri, Centro de Hipertensión Arterial y Prevención Cardiovascular de la Universidad de L’Aquila (Italia), realizó una investigación con una veintena de personas hipertensas que tomaron durante 15 días unos 100 gramos de chocolate amargo.
Comprobó que con esta “dieta” los pacientes lograban disminuir su tensión arterial sistólica en 12 mm/Hg, mientras que la presión diastólica disminuyó una media de 8,5 mm/Hg. Además pudieron observar una reducción en los niveles de colesterol, de LDL (colesterol “malo”) y de resistencia a la insulina. El estudio fue publicado en la revista Hypertension.
Longevidad: La Universidad de Harvard en una publicación del British Medical Journal, dio a conocer los resultados de un estudio realizado a mas de 7800 pacientes. En él se determinó que los consumidores de chocolate vivían una mayor cantidad de años que los que no lo tomaban.
Antidepresivo: Los investigadores de la Escuela de Medicina Hull York hallaron resultados sorprendentes en lo que puede deberse a los efectos del chocolate amargo en la serotonina del cerebro. Estos afirman que el chocolate, en dosis moderadas, combate el síndrome de fatiga crónica (SFC), que se caracteriza por una fatiga muscular profunda luego del esfuerzo físico extremo.
Afrodisíaco: Aunque existen dudas de las propiedades afrodisíacas del chocolate, una investigación llevada a cabo por el doctor David Lewis de Mind Lab, dio como resultado que el chocolate derretido en la lengua es igual o el equivalente a un beso apasionado.
“No hay duda de que el chocolate es un estímulo corporal y cerebral mayor”, señaló. “Se trata de un estímulo que en muchos casos fue hasta 4 veces tan prolongado como el beso más apasionado”, asegura el doctor Lewis.