El éxito de un emprendimiento va más allá de ser un negocio rentable económicamente y el concepto de éxito lo vas a definir tú misma. Sin embargo, podemos decir que un emprendimiento es exitoso cuando se convierte en un negocio que aporta a las personas que lo consumen, es rentable y se distingue de entre la competencia. Pensar en tu definición de éxito antes de arrancar un emprendimiento te ofrece una guía para saber hacia dónde encaminar tus pasos cada día. Además, te permite crear estrategias y planes de negocio que se alineen a tus objetivos reales como emprendedor.
Si quieres emprender:
1. Capacítate
Desarrolla el hábito de aprender constantemente, no solo sobre tu producto o servicio, sino de temas que te harán fortalecer de alguna forma tu negocio. Impuestos, marketing, medios digitales, ventas online, son solo algunos de los temas que deberás aprender para llevar tu negocio a otro nivel.
2. Conoce a tus clientes
Con toda la literalidad de esas palabras, ocúpate de conocer lo que le gusta a las personas que son tus clientes, lo que les preocupa, lo que no les gusta y lo que buscan de un servicio o producto. ¿Cómo hacerlo? Pregúntales, busca la forma de acercarte a ellos y hacer una base con todas esas preocupaciones y puntos clave, créeme, te será súper útil para saber hacia donde mover tus estrategias.
3. Entra en el mundo digital
Incluso si tu negocio es tradicional y estás emprendiendo offline, deberás entender las redes sociales, las ventas online, la forma en la que las personas buscan tus productos. Esto será clave en los próximos años para mantenerte vigente.
4. Aprende a formar equipos
Las personas con las que trabajarás deben tener algo en común. Crear tu propia cultura en torno a tu negocio te servirá para elegir a los colaboradores que pueden realmente apoyar tu emprendimiento. Cuando busques personal, asegúrate que se comparta la visión de tu empresa.
5. Dale propósito a tu negocio
No solo bases tu negocio en el propósito de ganar dinero, piensa en qué es eso que te mueve, por lo que te levantas de la cama. Cuál es tu grán propósito. Puede basarse en resolver un problema de tus clientes, en crear un nuevo servicio, en cambiar algo. Piénsalo, bájalo y hazlo parte de tu trabajo.
6.Crea tus propios rituales
El poder de los hábitos es real. Como emprendedor es muy recomendable que crees tus propios hábitos o rituales y que los cumplas. Estoy hablando de un ritual diario, una rutina que puedas seguir para mantenerte enfocado y asegurarte de cumplir con todas las tareas que se te presentarán. Acostarte y despertarte a la misma hora, desayunar en un mismo sitio, hacer ejercicio o leer en determinado horario, te ayudará a mantener los hábitos activos y podrás esquematizar mejor tus actividades.
7. Ocúpate de ti misma
Un emprendedor no solo es una máquina de trabajo. Ocúpate del ser humano que trabaja por su sueño. La alimentación, el ejercicio, la meditación y el cuidado personal es algo que no deberás descuidar pues tu cuerpo y mente son las principales herramientas que tienes como emprendedora. Si tú no estás al cien, tu negocio tampoco lo logrará.