Josh Wheaton, (Shane Harper), estudiante de primer año de universidad y devoto cristiano, encuentra su fe desafiada en su primer día de clase de filosofía por el dogmático y argumentativo Profesor Radisson (Kevin Sorbo). Radisson comienza la clase informando a los estudiantes que deben negar por escrito la existencia de Dios en ese primer día, o se enfrentan a una calificación reprobatoria.
Mientras otros estudiantes en la clase comienzan a escribir las palabras “Dios está muerto” en la hoja de papel, como se les había indicado, Josh se encuentra en una encrucijada, al tener que elegir entre su fe y su futuro. Josh, nervioso, ofrece una negativa provocando una reacción airada de su profesor.
Radisson le asigna una tarea de enormes proporciones: si Josh no admite que “Dios está muerto”, debe entonces probar la existencia de Dios, presentando argumentos intelectuales bien investigados y fundamentados a lo largo del semestre. Participando a su vez en un debate mano a mano contra el profesor Radisson frente a la clase. Si Josh no logra convencer a sus compañeros de clase de la existencia de Dios, fracasará el curso y obstaculizará sus metas académicas. Con casi nadie de su lado, Josh se pregunta si realmente se puede luchar por lo que cree.
¿Puede realmente probar la existencia de Dios? ¿No sería más fácil simplemente escribir “Dios está muerto” y dejar todo el incidente en el pasado?
DIOS NO ESTÁ MUERTO entrelaza varias historias de fe, de duda e incredulidad, que culminan en un dramático llamado a la acción. La película educa, entretiene e inspira a los espectadores a explorar lo que realmente creen de Dios, motivando a conversaciones importantes y llevando a tomar decisiones que cambian la vida.