Estar cerca de la naturalez nos ayuda a mantener la salud física, mental y espiritual. Todos los seres humanos tenemos una conexión neurobiológica con la naturaleza. Estar en contacto con ella nos proporciona bienestar físico y mental. La naturaleza es increíble y tiene muchas maravillas para ofrecernos. Estar en contacto con ella nos ayuda a recargar energía y relajarnos, por lo que es el mejor remedio cada vez que necesitamos ordenar nuestros pensamientos y recuperar la serenidad. Un paseo por la ciudad o descansar en casa no consigue los mismos resultados que salir a caminar, disfrutar de una siesta en el pasto, ir a la playa a tomar un poco de sol, sentir la neblina en la cara, etc. Cuanto más tiempo, más natural y aislado sea el entorno, mejores son los resultados. Estar en un medio natural, lejos del ruido, del consumismo… tiene un gran efecto saludable.
A continuación, te contamos algunos de los beneficios de estar en contacto con la naturaleza:
- Estimula tu creatividad. La cantidad de energía que nos ofrece la naturaleza estimula nuestras neuronas y esto favorece nuestro desarrollo cognitivo y aprendizaje. Movernos libremente y observar despierta tu curiosidad e interés por conocer y saber un poco más de ella.
- Reduce el estrés. Realizar una actividad al aire libre te ayuda a desconectarte y reduce la fatiga mental. Además, te da una sensación de libertad única.
- Refuerza el sistema inmunológico. Muchas investigaciones han dado como resultado que pasar tiempo en la naturaleza nos protege contra diversas enfermedades. Pasar un rato en contacto con la naturaleza nos relaja y actúa como una inyección de energía que nos ayuda a protegernos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, mentales y musculares.
- Aumenta tu conocimiento e interés. Estar en contacto con la naturaleza te permitirá conocerla y apreciar su belleza. Hacerte consciente de cómo funciona el mundo y cómo debemos cuidarlo.
- Aumenta tu concentración. Las actividades al aire libre nos ayudan a distraerse y relajarse. Está comprobado que en una mente relajada no hay lugar para el estrés. Gracias a ello, podemos concentrarnos mejor en nuestras tareas cotidianas.
- Nos ayuda a escucharnos a nosotros mismos. Los colores y sonidos de la naturaleza estimulan la abstracción y facilitan la meditación. Por eso, nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y reflexionar.
- Aumenta la autoestima y el autocontrol. Realizar una actividad física de al menos cinco minutos en un entorno natural, incluidos parques urbanos, mejora el ánimo y la autoestima. Asimismo, el contacto directo con la naturaleza contribuye a aumentar el rendimiento y a potenciar el control de la disciplina y los impulsos propios.