En el diario olvidamos los pequeños detalles que nos hacen felices y por la prisa del momento no le damos la importancia que merecen. A continuación enumeramos veinte momentos que pasamos por alto. Presta atención y disfrútalas al momento de vivirlas con mayor conciencia.
Ese buen día con tus padres o esa persona especial, que te hace sentir valorado cuando apenas empiezas la mañana o culminando un día de muchas tareas.
Esa taza de té, café, chocolate, ese pan con mantequilla, mermelada, o un pedazo de tu pastel favorito o tu pasta favorita.
Caminar y correr bajo la lluvia por placer.
Un abrazo de alguien especial, ya sea un compañero de trabajo celebrando algún logro laboral, o una amiga felicitándote por tu cumpleaños.
Acostarse en el piso frio en un día de mucha calor.
Sentir tus dedos entrelazados con los de otra persona, ya sea tu pareja, un amigo, tus hijos, tus abuelos… en fin de personas especiales.
Leer y releer un libro que te emocione, al igual que mirar y volver a mirar esa película que te envuelve en la trama y te hace parte de ella.
Un mensaje inesperado de una persona querida.
Hacer un camino largo con un amigo y que parezca más corto.
Las historias de abuelo o abuela que aunque te las contaron mil veces las mil veces las escuchaste con atención.
Caminar descalzos en la playa, escuchando las olas del mar.
Encontrar algo que adoras y que pensabas que no lo tenías más.
Disfrutar de la luna y las estrellas por la noche.
Y ver después ver los primeros rayos de sol.
Que un bebe te sonría.
Mirar fotos viejas de viejos buenos momentos.
Escuchar tu canción favorita.
Disfrutar la hermosa vista de un arcoíris.
Un beso inesperado, que realmente deseabas.
Dormir escuchando el ruido de la lluvia.
