No hay ninguna razón por la que no te deberías dejar ser feliz, pero hay muchas razones por las que sí:
1. Es natural ser feliz: Primero que todo, vivimos en un mundo de opuestos. Es de día y después es de noche. Hace calor, luego hace frío. Llueve y luego sale el sol. En ese mismo esquema es lógico pensar que cuando estás triste luego estarás feliz. Es la forma natural en la que funciona el universo y que te permite ser feliz. Y esa misma razón es una más para sonreír ahora mismo.
2. No hay que esperar que todo salga mal: Cuando una persona espera que todo salga mal se está envenenado a sí misma, ya que se expone a una cantidad de ansiedad muy innecesaria. La mente también es de hábitos y la puedes entrenar, se consciente de lo que piensas y cuando te veas pensando que las cosas andarán mal, reemplaza esos pensamientos por una versión positiva del resultado final. Eventualmente te será más natural pensar en positivo y te sentirás más feliz.
3. No existe tal cosa como “los mejores años de tu vida”
Quizás fue la secundaria, la universidad o entre los 37 y los 42. Simplemente no lo sabes. La verdad es que no todos tienen “los mejores años de su vida” en el mismo momento, incluso hay personas que tienen más de un puñado de años que podrían definir como “los mejores”. Por lo tanto, debes vivir tu vida como si siempre fueran los mejores años y guardar la esperanza de que en el futuro la vida te seguirá sonriendo. No te pongas triste si sientes que hubo un pasado mejor, pues quizás el futuro guarde tiempos aún mejores.
4. Ser feliz te ayuda cuando eres infeliz
Es mucho más fácil enfrentar los problemas de manera positiva cuando estás feliz y te sientes bien, por lo que será difícil que algo te saque de ese espíritu. Además, es mucho más fácil tener una perspectiva sana acerca de las cosas cuando te encuentras en paz, por lo mismo esa visión no la debes perder cuando te encuentres turbado por algún motivo.
5. La felicidad es contagiosa: Puedes y deberías compartir tus sonrisas. Cuando te llenas de esa sensación energizante de la felicidad, tiendes a irradiarla a quienes te rodean. Aunque no te des cuenta, muchas personas se beneficiarán con tus sonrisas y tu actitud positiva y te lo agradecerán. Incluso tú mismo te sentirás mejor si te acuerdas de traer una sonrisa en la cara siempre que puedas.
6. Simplemente te lo mereces: Así es, ¿por qué no lo merecerías?
Todos tenemos el derecho a ser feliz y deberíamos sentirnos en ese derecho. La vida tiene sus altos y bajos, y para todos es difícil en algún momento, pero no por ello deberías renunciar a tu felicidad. Una persona feliz además de sentirse bien consigo misma, es alguien que aporta a la sociedad. ¡Necesitamos más personas felices en este mundo, proponte ser una de ellas!
Vía: Elite Daily